Las altas tasas de interés son un residuo que la crisis pandémica le heredó al mundo, llegando en todas partes a niveles muy por encima de la norma. A medida que pasó el 2022 y entramos a la última parte del 2023, el panorama económico mundial siguió evolucionando y unos países, sobre todo en Latinoamérica y Asia, decidieron aflojar la correa. Pero otros, como el mercado europeo, se apretaron todavía más el cinturón.
Aquí entra en acción el mercado de renta fija, cuyo comportamiento es toda una historia de anticipación, reacción y adaptación a los cambios de política monetaria. En este 2023, marcado por las tasas de interés que a fin de cuentas continúan por encima de la media, entender la relación entre ambos se vuelve esencial.
Muchos inversores le hacen el feo al mercado de bonos porque no ofrece el mismo potencial de “grandes victorias” como la compra de acciones o porque no siempre es un mercado líquido. Sin embargo, es un mercado gigantesco de $133 billones de dólares en el mundo.
Pequeño intro por si vives debajo de una roca
Las tasas de interés son la herramienta más básica que utilizan los bancos centrales alrededor del mundo para influenciar la política monetaria de un país, alterando el costo del crédito, la inversión y el consumo dentro de la economía. Cuando un banco central ajusta a la baja la tasa de interés, es porque quiere incentivar el préstamo y el gasto. En cambio, el escenario de tasas altas de hoy en día es para desalentar el endeudamiento, el consumo y por lo tanto, el alza en los precios y “promover” el ahorro.
La renta fija
El mercado de renta fija es un tipo de inversión en donde los rendimientos están definidos de antemano. Aquí se incluyen, por ejemplo, los bonos gubernamentales o corporativos. El emisor del bono se compromete a pagar a los inversionistas una suma determinada de dinero en plazos específicos y se consideran de mucho menor riesgo que el mercado de valores.
Una inversión en renta fija se centra en preservar el capital en una inversión relativamente segura y que genera una fuente de ingreso constante.
La correlación
Cuando las tasas de interés suben, los precios de los bonos normalmente bajan y viceversa. También, las regiones con tasas de interés más altas ofrecen comúnmente rendimientos más altos sobre los títulos de renta fija, haciéndolos potencialmente más atractivos para los inversores. Por otro lado, las regiones con tasas de interés más bajas o negativas pueden ver menores rendimientos de dichos títulos.
Si un banco central sube las tasas de interés para combatir la inflación, las tasas de interés a corto plazo podrían subir más que las tasas a largo plazo, aplanando la curva de rendimientos. A medida que las tasas suben, los mercados de capitales bajan debido a que los pagos de intereses fijos de los bonos pierden poder adquisitivo en un entorno inflacionario.
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a Newsletter Javier Morodo para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.